A las nueve de la noche, el paso de la Morenita atravesaba de nuevo las puertas de San Francisco para recorrer las principales vías de la localidad en una procesión de carácter más solemne, con la presencia del equipo de acólitos y representaciones del resto de hermandades en un cortejo que abría la Banda de Cornetas y Tambores «Coronación» de Campillos (Málaga).
En esta ocasión, la imagen lucía el manto rojo (originariamente blanco) o de las letanías, siendo ésta quizás la mayor novedad de la jornada, ya que es por todos conocido que en su segundo itinerario siempre usa el manto blanco bordado por las Adoratrices. Por lo demás, como es habitual, dos candelabros escoltan ahora a la Virgen, pudiendo admirar un exquisito exorno floral en tonos blancos con jacintos, azucenas, calas o astromelias entre otras variedades.
Pasadas las dos de la madrugada, la Santísima Virgen de la Cabeza entraba en su templo a la vez que la plaza del Llano se iluminaba con fuegos artificiales; todo un año por delante para que Ella vuelva a bendecirnos con su presencia por las calles de Rute, tantos momentos especiales quedan grabados en nuestras retinas: el tránsito por las estrecheces de la Salera, la bulla a la llegada al paseo Francisco Salto, la visita a la ermita de San Pedro o la subida del Cerro y su posterior paso por la calle Fresno.